Habrá que fingir ante los demás, andarse con mentiras; jugar a ser alguien más: pordiosero, tonto, excéntrico. Habrá que hacer un enorme acto del vivir

sábado, abril 28, 2007

Escena tres. Solsticio II (teatro)

Personajes:


Paramédico


Extras







En oscuro se escuchan pasos y voces. Se va encendiendo la luz poco a poco hasta crear un ambiente soleado, mientras en el escenario caminan de derecha a izquierda y viceversa, una gran cantidad de personas con ropas oscuras, asemejando una calle transitada de la ciudad. Se detienen de pronto de tal manera que se forma una calle vacía en medio como si esperaran el semáforo peatonal. Después siguen avanzando.



El paramédico vestido de color claro entra por un extremo con una bolsa de pan bimbo, de la cual saca migajas que va tirando al piso (las migajas tienen que ser lo suficientemente grandes para que alcancen a distinguirse aún en el suelo). Se hace nuevamente la calle justo donde él va caminando de tal modo que queda en medio de ésta.



PARAMÉDICO: (desconcertado) Era el primer aniversario de la niña. La hermana al ser entrevistada dijo no saber. No se sabe mucho de la mujer; dicen que aparecía y desaparecía… nadie conoce al padre de la niña…






Avanzan los peatones, él sigue dejando migajas. Va haciendo un camino de un extremo al centro. Comienza a atardecer. Se hace la calle justo donde él va caminando.





PARAMÉDICO: Uno normalmente quiere que su vida sea digna de contarse. De seguro que como yo, la mayoría intenta hacer algo excepcional de cuando en cuando (sonríe) con el propósito de que se le recuerde después. Ya habrá alguien que escriba nuestra biografía algún día ¿no?



Avanzan los peatones, él sigue tirando migajas. Va del centro a proscenio. Comienza a anochecer. Se hace la calle de nuevo en donde él está.



PARAMÉDICO: Tal vez alguna que otra ocasión me topé con ella como me topo con estas gentes y ni cuenta me di. Era como cualquiera (voltea a su alrededor), ¿y su insignificancia la hace hoy tan excepcional para mí? Lo que hizo ya no lo enmienda.




Avanzan los peatones. Llega a proscenio y se da cuenta que se ha terminado el pan. Anochece. Se hace la calle.



PARAMÉDICO: ¿Habrá dejado esta mujer pistas que entender? ¿momentos excepcionales? ¿quién se anima a intentar dar con las migajas? (pregunta al público con la mirada y con las manos. Sonríe y voltea hacia atrás con todo el cuerpo)




Avanzan los peatones y recogen las migajas al pasar, las comen. El paramédico espera unos segundos y después se une a los peatones.







Oscuro