Nmancipacn II
perdámonos en la incertidumbre del mientras tanto…
César Gutiérrez (un amigo, poeta de la fiesta)
Todo se sustenta, de pronto,
en la improbabilidad,
me gusta.
Todo resulta a la vez,
se transforma,
algo nace todo el tiempo
algo muere sin cesar.
Alrededor todo sucede,
una inquieta máquina
esta vida, eh,
vísceras como segundos en movimiento.
Se alza y retuerce,
cae, voltea y se sigue de frente.
Esta vida es una danza y una música,
un hocico salivando,
esta ciudad es un aparato
que se descompone,
engranes, bandas, poleas.
son las tripas de un animal en digestión.
Aunque, me gusta en veces
sólo ser espectador de la vida...
me gusta…
me gusta ver pasar a los carros,
a las mujeres, a las familias saliendo de la iglesia.
me gusta la perfecta mutación de la luz de los semáforos.
los árboles en este jardín
son como yo un poco,
espectadores y participantes a la vez.
hay personas de todas,
algunas voltean y se siguen de frente...
muchos hombres queriendo ser observados,
otros con una lengua en los ojos que todo lo babea,
todo lo relame.
con una eyaculación en las pupilas...
hay hombres que quieren eyacular todo el tiempo en todos lados.
algunos quieren platicar,
vienen se sientan se van,
o pasan y voltean...
las mujeres igual preocupadas todas...
un niño en la ventanilla del camión...
los mejores son los niños,
cualquier cosa juega con ellos,
el bote de basura se ríe,
a la banqueta le hacen cosquillas,
a las horas que se van cayendo del reloj,
a esas...
a los niños les gusta recoger horas tiradas,
mira,
no me había fijado.
Quedarse sin movilidad,
sin expresión,
en la quietud de los ojos que todo quieren entender,
con el silencio en las manos,
esperándolo todo,
cualquier cambio, diciéndole a la boca que se calle,
escuchando la voz de los riñones…
y después tan, tan, ¡tan cabrón!
invadirlo todo con todo el cuerpo,
tomar las cosas con la lengua,
con el heno del estómago,
masticar el carro, la señora, los pichones, el tubero, la totalidad de la tarde.
Abarcarlo todo,
abrir la boca,
una gran boca
cantar abriendo y cerrando la boca
movernos con la boca bien abierta,
vernos las encías, todas las muelas.
Bocas en todas partes,
ser nosotros una gran boca tragándolo todo…
todo, todo…
Si hay una boca tan grande, por qué no abrirla.
Por qué no tener un caballo en cada brazo
y galopar hacia donde nadie
nunca
más
nos encuentre.
Etiquetas: emancipación, incertidumbre
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5:28 p.m.
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